Gracias por acompañarme y dejarme tu amistad y cariño

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miércoles, 30 de junio de 2010

MI PERRO




Gracias Marcela por compartirlo, así nos reimos un ratito y buen, lo demás esta todo dicho

El ingeniero ordenó a su perro:
¡Escalímetro, muestra tus habilidades
El perro agarró un martillo, unas tablas y se armó él solo una cucha.
Todos admitieron que era increíble.

El contador dijo que su perro podía hacer algo mejor:
¡Cash Flow, muestra tus habilidades!
El perro fue a la cocina, volvió con 24 galletas y las dividió en 8 pilas de 3 galletitas cada una.
Todos admitieron que era genial.


El químico dijo que su perro podía hacer algo aún mejor:
¡Óxido, muestra tus habilidades!
Óxido caminó hasta la refrigeradora, tomó un litro de leche, peló una banana, tomó la licuadora y se hizo un licuado.
Todos aceptaron que era impresionante.


El informático sabía que podía ganarles a todos:
¡Megabyte, hazlo!
Megabyte atravesó el cuarto, encendió la computadora, controló si tenía virus, mejoró el sistema operativo, mandó un correo electrónico e instaló un juego excelente. Todos sabían que esto era muy difícil de superar.


Todos miraron de reojo al político y le dijeron:
Y su perro, ¿qué puede hacer...?


El político llamó a su perro y dijo:
¡Diputado, muestra tus habilidades!
Diputado se paró de un salto, se comió las galletas, se tomó el licuado, cagó en la alfombra, borró todos los archivos de la computadora, armó trifulca con los otros cuatro perros, ocupó la cucha con un título de propiedad falso y alegó inmunidad parlamentaria....

martes, 1 de junio de 2010

ROSAS BLANCAS


Recorría el caballero, los campos del Solar, en la tierra de los Torberos. Buscando el lugar donde podría morar la dueña de esos ojos que en una tarde de otoño, lo enamorara.
Iba a tranco lento su caballo zaino, mientras él observaba cada campesina que encontraba en el camino, pero ninguna era la dama de su sueño.
Cuando a lo lejos, a la orilla de un lago, le llama la atención, una manto de rosas blancas. Ata su caballo en un tornasolado árbol y caminó sobre la tierra rojiza y seca. Cuanto más se acercaba más rara veía a las rosas
Hasta que al final, las vio bien de cerca, eran rosas blancas que lloraban lágrimas de sangre, tomo una en sus manos y ante su asombrada mirada, se transformo en polvo.
No entendía nada, se quedo un rato mirándolas y con la intriga en su corazón, decidió seguir.
Monto su caballo y retomo camino, en un momento voltea a ver las rosas nuevamente,
la imagen del lugar no podía borrársele de sus ojos y ve, una dama vestida de blanco sentada con algo en sus manos, no quiso saber que era y prefirió seguir camino, sintió temor.
La noche estaba comenzando y tenía que encontrar un lugar donde poder descansar.
Llego a la comarca de los Soles ya entrada bien la noche, buscó la posada y ocupo una mesa para poder comer algo.
Ya sentado se pone a charlar con el posadero y le pregunta sobre la dama de las rosas blancas, el hombre se quedo callado por un instante, mirándolo fijo y le pregunto:
- Dígame caballero, usted ¿la llego a ver?
- Claro que si, estaba sentada entre las rosas y tenía algo entre las manos, pero de pronto, desapareció
- Es la loca, que dicen, murió de amor, esperando lo que jamás llego.
- Cómo es eso?
- Le cuento
Dicen que una tarde de otoño, en una reunión se enamoró de un caballero que estaba de visita en la comarca. Cuidadosamente pregunto de quien se trataba, le comentaron que era de lejos y un bohemio y romántico poeta. Pregunto el nombre y le dijeron lo llaman El Ángel. Por un segundo y sin querer sus miradas se cruzaron y clavado en el alma les quedo un suspiro.
Ya no había lugar en su habitación para mas libros, todos los que El Ángel había escrito los tenia y había leído minuciosamente cada poema, despertó en ella un amor que parecía ser de otro mundo, pero él no sabía siguiera que existía. Eso pensaba ella, pero esos ojos también habían quedado grabados en él, también preguntadó su nombre, le habían dicho Luz
Una mañana, le llego un sobre, venia desde lejos y decía “Para Luz, de Ángel” lo abrió y salio a caminar con la carta en las manos, se dirigió al lago y se sentó a leerla. Cuentan que lloro, lloro de felicidad, solo a una persona le permitió leer el poema que le había escrito, y esa persona dijo que no había leído algo más hermoso en su vida, que esos versos que le dedicara.
Recibía carta cada semana, hasta que un día de tanta felicidad comento a sus amigas que le mandaría unos obsequios que le había comprado con todo su amor y que estaba planeando el viaje para poder estar junto a ella, era tanta su felicidad, que todas las tarde se iba hasta ese lugar en el lago con su poema a esperar su llegada.
Hasta esa día que la encontraron muerta aferrada a ese poema
Dicen que murió de tristeza en la espera de lo que jamás llego
Desde entonces nace en ese lugar, ese manto de rosas blancas que lloran lagrimas de sangre
El caballero no emitió palabra, una lágrima corrió por su rostro y cerro los ojos por un instante.
La noche se hizo eterna, la luz del día parecía no querer salir
Salio de la posada aún oscuro y se dirigió al lago, bajo de su caballo, retiro de su alforja y cajita y un poema, los coloco entre las rosas, una luz muy fuerte lo encegueció.
Una suave voz le dice al oído, “llegaste, te estaba esperando amor mío, besos sus labios, toco sus sienes canas con sus dedos y una fuerte brisa lo despertó, no estaba la cajita ni el poema, pero las rosas blancas ya no lloraban sangre

Uno no sabe el dolor que puede causar en el otro, una promesa no cumplida